El desarrollo económico de una región o provincia requiere de la cooperación entre todas sus fortalezas económicas y sociales junto con políticas institucionales que aboguen por consensos y sinergias que permitan sobresalir el talento, la capacidad y las oportunidades de crecimiento y progreso. También requiere de un análisis de la sociedad actual y el horizonte presente y futuro, muy especialmente de futuro en un mundo con unos cambios vertiginosos en las últimas décadas.

Analizando estos cambios, hemos de fijar nuestra mirada en la «sociedad del conocimiento», concepto introducido por el pensador austriaco Peter F. Drucker, que recoge las transformaciones sociales en las que el conocimiento pasa a ser un elemento esencial de la productividad y el crecimiento económico (junto con el capital y el trabajo). Mucho se ha discutido sobre el «conocimiento». Hoy en día no dudamos de la importancia del «conocimiento» como motor económico, y de la evolución trepidante hacia una economía digital donde Internet están cambiando el modo en el que se hacen los negocios. Es más, estamos inmersos en la denominada Cuarta Revolución Industrial donde emerge un amplio conjunto de tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica, impresoras 3D, big data, internet de las cosas, nanotecnologías, energías renovables, secuenciación genética y biotecnología, ciencia de los materiales, computación cuántica, etc. Una gran novedad sobre revoluciones industriales anteriores es la velocidad vertiginosa de desarrollo, y la interacción de estas tecnologías a través de dominios físicos, digitales y biológicos, lo que hace que sea diferente a las anteriores revoluciones industriales.

Las implicaciones de la cuarta revolución industrial son numerosas, ya están afectando nuestras vidas, y centran debates continuos en nuestra sociedad (automatización del trabajo, nuevas energías y su implantación, aspectos éticos como el debate sobre los coches sin conductor, …). Esta revolución va a generar millones de nuevos empleos para aquellos que posean las capacidades y la formación adecuada. Por ello, uno de los mayores desafíos para gobiernos e instituciones está en la formación de la fuerza laboral del futuro, y ayudar a los trabajadores de hoy en la transición a la nueva economía.

 En este escenario, debemos mirar hacia una de nuestras fortalezas que, estando ahí, no siempre ha sido aupada al nivel de fortaleza estratégica para el desarrollo socioeconómico, me refiero a la Universidad. La misión de la Universidad es la mejora permanente de la sociedad a través del conocimiento, contribuyendo al desarrollo social y económico de nuestra sociedad, de nuestra región y en particular de nuestra provincia si hablamos de Granada y de la Universidad de Granada (UGR). Esta misión global va más allá de la transferencia de conocimiento entre investigadores y empresa. La Universidad tiene como actividades la formación de egresados, la investigación y la transferencia de conocimiento, y estas tres actividades las podemos englobar en la mencionada misión, donde docencia e investigación son responsabilidades inseparables e indisolubles, se genera y se difunde conocimiento.

En esta atmósfera global que brevemente hemos discutido, permítanme descender al contexto granadino:

a) La UGR es una universidad de reconocido prestigio y calidad, su valor intrínseco es indiscutible así como su capacidad para generar y difundir conocimiento y desarrollo tecnológico a la sociedad. La universidad debe ser agente activo de desarrollo socio-económico en una sociedad basada en el conocimiento y la innovación.

b) Las empresas y los emprendedores se mueven en un mundo global y las oportunidades de negocio dependen de múltiples y nuevos factores donde el conocimiento y la tecnología son esenciales. Granada debe desarrollar un marco de oportunidades basadas en el conocimiento y la tecnología.

c) Las instituciones pueden y deben hacerse eco de esta nueva sociedad basada en el conocimiento y en la innovación. En Granada se debe crear el entorno apropiado para que se pueda afianzar una tripe sinergia (Figura 1) que refuerce el desarrollo económico en la nueva economía del conocimiento.

Figura 1. Tríada y sinergia: Universidad, empresa e instituciones

Esta triada debe armonizar consensos dentro del marco de desarrollo de políticas activas para potenciar y atraer la inversión en sectores tecnológicos emergentes, para fortalecer la investigación y la formación de egresados, para hacer de Granada un lugar atractivo para el emprendimiento, la instalación y la creación de empresas. Esto debe conseguirse en base a la oferta atractiva que forman una Universidad de gran calidad y un entorno adecuado para el emprendimiento. Los egresados que cada año se forman en sus áulas son un gran capital humano y debemos intentar que tengan oportunidades profesionales en Granada, atrayendo a empresas que apuesten por ubicarse en Granada. Porque ello contribuirá a aumentar nuestro PIB provincial, reducir el paro, y dinamizar una economía vigorosa y en progresión.

Esta triada y las sinergias ya creadas tienen ejemplos de éxito cercanos, y en Granada ya es una realidad que debe fortalecerse e impulsarse.

En Andalucía podemos destacar el desarrollo del sector aeronáutico en Sevilla y Cádiz principalmente, con el 1,62% del PIB global andaluz (148.468 M €, año 2016, 117 empresas del clúster aeronáutico, 84 en Sevilla, 21 en Cádiz, 5 en Málaga, 3 en Jaén, 3 en Córdoba y 1 en Huelva). Hace 30 años era impensable el desarrollo de este sector y hoy en día es una realidad.

En Granada, la industria TIC y Biotecnológica granadina representa más de 600 empresas, más de 5.000 puestos de trabajo directos y más del 7% del PIB de la provincia en facturación (ver los datos en http://www.ongranada.com/). La Asociación Cluster Granada Plaza Tecnológica y Biotecnológica ha sido una gran apuesta que ha dinamizado el sector TICs y Biotecnológico en Granada. La UGR ocupa una posición muy destacada en las TICs (Top 50) en reconocidos ranking internacionales (NTU y ARWU rankings). El mix compuesto por la UGR y una industria TIC y biotecnológica emergente, junto con las demás fortalezas de Granada, muestran un ecosistema único que posicionan a Granada como destino ideal para el emprendimiento y empleabilidad en las TICs y las nuevas tecnologías.

Estos son dos claros ejemplos de desarrollo económico que tiene una de sus fortalezas en las universidades andaluzas, que muestra una apuesta estratégica por las nuevas tecnologías y las TICs, con empresas en sectores emergentes.

Por supuesto, en el ámbito social y académico hay muchos temas por discutir en este contexto colaborativo: La comunicación multidireccional de la universidad con nuestra sociedad, la actividad académica para satisfacer necesidades manifiestas por parte de las sociedades, o el papel de la formación y el aspecto humanista de la formación y del individuo y su papel en la sociedad futura.

En 2031 se cumplirán los 500 años de la creación de la UGR, 500 años que deben ensalzar su papel como agente generador y transmisor de conocimiento y agente activo de desarrollo socio-económico. La UGR es un elemento vertebrador de nuestra sociedad granadina ¿Dónde queremos estar en el año 2031?

Termino volviendo a incidir sobre el papel de nuestras instituciones y gobiernos. Tienen que liderar el debate sobre el futuro de la provincia, tienen que ser rápidas en la toma de decisiones, deben diseñar estrategias de desarrollo encaminadas a ofrecer infraestructuras eficientes y de calidad (comunicaciones, parques tecnológicos, 5G, …), deben abanderar políticas activas para potenciar y atraer inversión en sectores tecnológicos emergentes. ¿Nos planteamos el horizonte 2031?

Para concluir, insisto en la oportunidad que se nos presenta, no podemos, no debemos, perder de nuevo el tren del desarrollo. Granada puede y debe subirse al tren del «conocimiento y la innovación» guiada por el trabajo proactivo de sus instituciones. Como afirmara Peter F. Drucker El futuro llegó ayer y trae nombre compuesto: conocimientoinnovacióneficienciacalidadhonestidad y rapidez”.